viernes, 17 de mayo de 2013

NO COMPARES

He crecido escuchando a mi alrededor " las comparaciones son odiosas". Yo misma odie las situaciones en las que mis padres me repetían que mi prima, vecina, había sacado matricula en esta asignatura, etc. Habitualmente caemos en la trampa de compararnos con los demás cuando la realidad es que siempre habrá alguien mejor que nosotros/as y siempre habrá alguien que esté en una situación peor que la nuestra.

Hay una serie de pensamientos negativos que pueden llevarnos fácilmente al desaliento si caemos en esta costumbre poco agraciada de la comparación: dudar acerca de nosotros,  creer que no somos suficientes o que nuestros logros se han quedado estancados, quitarle mérito a lo que hemos construido, pensar que nuestra vida es un desastre o que somos unos fracasados.

En el libro The How of happinness"  de Sonja Lyubomirsky   aparece un experimento muy interesante que realizó ayudada por sus colaboradores. Consistía en resolver tarjetas numeradas con anagramas en ellas. Un investigador se sentaba del otro lado de la mesa y dos personas simultáneamente hacían la prueba. Una vez resuelto el anagrama, el investigador proporcionaba otra tarjeta. De tal manera que uno podía ver lo que el otro estaba haciendo, podía medir si lo estaba haciendo más rápido o más lento. El truco radicaba en que quien resolvía los anagramas era un cómplice del investigador, y  en algunas ocasiones resolvía rápidamente los anagramas, y en otras muy despacio.

Las personas más felices se mostraron satisfechas con su labor, independientemente de si habían logrado resolver los anagramas de manera veloz o lenta. Sin embargo, las personas menos felices se vieron muy frustradas cuando percibieron que su compañero les ganaba en velocidad. Esto llevó a la conclusión de que las personas felices lo son sin importarles si alguien es mejor o peor que ellos. Es como si Dan Brown tuviera que comparar si es mejor su nueva novela "Infierno"  que la tan aclamada " El Código da Vinci", pues ya se vera pero probablemente sean diferentes.

Lo más sabio, bajo mi parecer, es aprender a compararse con uno mismo. Cada vez que tengas la tentación de compararte intenta distraerte con algo más productivo, ponte como objetivo no pensar en lo negativo más que un rato en el día, aprende a apreciarte más a ti mismo evitando quitarle valor a quién eres y lo que has logrado.

Nadie es perfecto y todos nos enfrentamos a solucionar nuestras propias batallas,  hay que quitarse la presión de encima, no vivas una vida para impresionar a la sociedad, vive una vida para impresionarte a ti misma/o y estar satisfecha/o con quién eres.
Mira dentro de ti, ¿estás mejor que hace un año, que hace cinco? ¿Cuáles son tus preocupaciones, cómo puedes activamente trabajar en ellas? Eso es lo que debe importarte.......¿No crees?.
Espero vuestras opiniones y comentarios......feliz viernes.

1 comentario:

  1. Buena reflexión, en lo personal la comparación con una misma lleva a la superación. En el plano empresarial el 'benchmarking' es una buena práctica, la comparación con los mejores nos ayuda a conseguir nuestros objetivos

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