viernes, 8 de marzo de 2013

CÓMO DECIR NO Y NO MORIR EN EL INTENTO


La palabra NO es corta pero impactante. 
     Cuando alguien nos dice NO lo relacionamos directamente con el rechazo hacia nosotros y además es  una palabra que nos cuesta mucho verbalizarla.
     La gestión del NO es un reto al que nos enfrentamos diariamente. En estos momentos de incertidumbre nos da miedo decir y que nos digan NO, bien porque queremos agradar, por el qué dirán y sobre todo porque nos hace sentirnos culpables. Es una respuesta que intentamos posponer lo máximo posible e incluso muchas de las veces nos lleva a mentir inventando todo tipo de situaciones que dulcifican el rechazo.
     No queremos enfrentarnos a la crudeza del NO y necesitamos ver de qué manera afectara al otro ese NO en la forma de vernos y valorarnos.
En general, las personas buscamos en los individuos afecto, respeto y valoración pero cuando somos incapaces de decir que NO vivimos siempre sujetos a situaciones no elegidas por nosotros. Por lo tanto se produce un conflicto entre nuestra autoestima y la necesidad de aceptación.
Si somos capaces de atender a nuestras necesidades antes que a la de los demás seremos más felices y podremos colaborar con los demás.
Decir NO es la mejor manera de ponernos límites. Los límites están unidos a nuestra persona, a nuestra integridad e identidad y nos marcan hasta donde estamos dispuestos a llegar en las situaciones. Por eso si no respetamos nuestros límites nosotros mismos como van a hacerlo los demás y para eso la confianza en nosotros mismos es básica.
     Si crees que vives para las necesidades ajenas, habrá que poner en práctica herramientas y recursos que te permitan evaluar cada situación y persona y decidir por ti mismo, sin condicionantes. Evaluar las consecuencias positivas y negativas para nosotros y después para el otro y con eso decidir, o lo que es lo mismo tener en cuenta nuestras prioridades. Si somos capaces de valorar nuestro tiempo, nuestras necesidades e inquietudes seremos capaces de superar el conflicto interno que supone decir que NO.

A lo mejor te pueden ayudar estas pequeñas herramientas:

Se consciente de lo que haces. Aprende a no dejarte llevar por los demás a la hora de tomar decisiones. Atrévete a defender tus ideas y siéntete capaz de poner límites a quienes pretenden abusar de ti.
* Conócete a ti mismo. Pregúntate para comprender porque te cuesta tanto decir que “No”. ¿Qué es lo que más temo al dar una negativa? ¿Con qué personas o en que situaciones me resulta más difícil decirlo? Estoy segura que al responderlas descubrirás un información muy valiosa para ti.
* Exprésate con claridad. Al hacerlo, empatiza con  la necesidad y los sentimientos de la otra persona.  Usa palabras amables pero se firme al mismo tiempo.

              Recuerda:

        1. Establece límites.
        2. Marca distancia.
        3. Respeta tus necesidades.

Os dejo este poema de Mario Benedetti  Decir que no. Poema de Mario Benedetti
Os propongo un reto esta semana: escribirme y decirme cuantos NO tiene este artículo.... quien acierte le mandare un regalito.

2 comentarios:

  1. Decir no. Que difícil a veces. Pero lo cierto es que cuanto más seguro estas de ti mismo, más fácil es pronunciar el NO. Mas fácil es poner límites porque más claro tienes qué quieres o al menos qué no quieres, que ya es un buen paso. Ahora viene lo difícil de verdad: ¿como conseguir esa anhelada SEGURIDAD? Dejo en el aire la pregunta....

    ResponderEliminar
  2. Gracias Silvia por tu comentario. Efectivamente la seguridad es importantisima en nuestra vida. De echo hablare de ella en breve. Espero q sigas compartiendo tus opiniines con nosotros.
    Muchos besos

    ResponderEliminar